martes, 21 de septiembre de 2010

Rudy Fernández se une al movimiento ‘Paremos la Pobreza Infantil’ como defensor de `los derechos de las niñas´

La organización de protección de derechos de la infancia advierte de que 6 de los 8 Objetivos de Desarrollo del Milenio no se podrán cumplir sin una inversión específica en las niñas

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El jugador de la NBA y embajador de PLAN se ha rodeado de niños y niñas en Barcelona para hablar de los derechos de las menores en las grandes ciudades y de cómo parar la pobreza infantil, reto fundamental de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. En el acto, presentado por el periodista Pere Escobar, el baloncestista compartió con un centenar de niños sus experiencias en Egipto, país al que viajó recientemente como embajador de PLAN.

Los escolares de la Escuela Técnica Profesional del Clot, constituidos en ‘Gobierno de los Niños’, participaron en un taller en el que aprendieron a conocer sus derechos y a identificar las dificultades que millones de niñas en el mundo afrontan ‘sólo por ser niñas’, y le presentaron a Rudy sus ideas para mejorar la situación de la infancia en los países en desarrollo.

PLAN, que presenta esta semana su cuarto informe anual sobre la situación de las niñas, alerta de que en el mundo más de 500 millones de mujeres y niñas habitan en zonas marginales de las ciudades, y que 30 millones de adolescentes viven sin techo, expuestas a la violencia sexual, a condiciones laborales de semiesclavitud y con difícil acceso a servicios de salud y educación.

PLAN, la organización internacional de defensa de los derechos de la infancia, que está presentando su cuarto informe Por Ser Niñas sobre la situación de las niñas en el mundo, ha contado hoy con el apoyo del deportista Rudy Fernández.

El jugador de la selección nacional de baloncesto, que colabora con PLAN como embajador de la campaña Por Ser Niñas, participó en un taller en el que niños y niñas del barrio de El Clot aprendieron a conocer sus derechos y a identificar las dificultades que millones de niñas en el mundo enfrentan por ser mujeres y menores de edad.

Rudy Fernández, que pasó la mañana con 20 niños y niñas de entre 10 y 13 años y jugó un mini partido con ellos, recordó su reciente viaje a Egipto con PLAN en el que fue testigo de las dificultades a las que las niñas y adolescentes egipcias se enfrentan en el contexto de una de las mayores ciudades del mundo -cerca de 25 millones de habitantes- y cómo PLAN contribuye a mejorar su situación.

“En El Cairo millones de niñas tienen que soportar prácticas como la mutilación genital, muchas son obligadas a casarse antes de los doce años y una gran mayoría tiene que trabajar para ayudar a su familia. Es importante garantizar que estas niñas tengan acceso a una educación y ayudar a parar prácticas que van en contra de sus derechos”, explica el deportista.

El acto en el que ha participado Rudy forma parte de la presentación nacional esta semana en Barcelona del cuarto informe ‘Por Ser Niñas’ y que lleva por título “Fronteras urbanas y digitales: las niñas en un escenario cambiante”.

Este acto coincide además con la Cumbre para la Evaluación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, convocada por Naciones Unidas y que está teniendo lugar en Nueva York. Según los informes de PLAN, sin una inversión específica en las niñas no podrán cumplirse 6 de los 8 Objetivos del Milenio.

PLAN, a través de testimonios y estudios de campo en los 65 países en los que trabaja, refleja la vida y los retos de niñas y adolescentes que viven en las grandes ciudades en un momento crucial en la historia de la Humanidad en el que ya hay más seres humanos viviendo en ciudades que en zonas rurales. Los números, además, crecen rápido: la población urbana de África y Asia se duplicará en menos de una generación.

El cuarto informe ‘Por Ser Niñas’ de PLAN demuestra que la vida en las ciudades está llena de oportunidades pero también de riesgos, en especial para las niñas y adolescentes, que sufren una doble discriminación por ser mujeres y menores de edad. Así, las niñas son las ‘pobres entre los pobres’. Según muestra este cuarto estudio internacional, 500 millones de niñas y mujeres habitan en zonas marginales de las grandes ciudades. Además, 30 millones de niñas viven en las calles expuestas a la violencia sexual, a condiciones laborales de semiesclavitud y con difícil acceso a los servicios de salud y educación.

Las buenas noticias para las niñas y adolescentes que viven en ciudades en los países en desarrollo son:
• Aumentan sus posibilidades de estudio: van a clase entre un 18% y un 37% más que las de zonas rurales.
• Aumenta la edad de matrimonio: en todo el mundo 10 millones de niñas se casarán antes de los 12 años; en las ciudades el porcentaje es la mitad –en países como Bangladesh el porcentaje de adolescentes urbanas casadas a los 18 años es de un 31%, frente a un 71% de las que viven en zonas rurales.
• Crece la atención médica y mejora la salud reproductiva: la oportunidad de dar a luz atendida por un especialista aumenta entre 2 y 4 veces entre las mujeres urbanas. Además aumenta el uso de anticonceptivos y el acceso a información para la prevención de enfermedades como el SIDA.

Las malas noticias para las niñas que viven en ciudades en los países en desarrollo son
• aumenta el trabajo precario: El 75% de las mujeres africanas trabajan en el sector informal. De las niñas menores de 16 años que trabajan, la mayoría lo hace en el sector doméstico, donde los abusos físicos y psicológicos son habituales.,
• la vida en las chabolas aumenta los índices de violencia: una sexta parte de la población urbana mundial vive en chabolas, y entre el 55 y el 70% son mujeres y niñas. El índice de violencia sexual y abandono escolar es el doble de las que no viven en zonas marginales.
• la vida en las calles es especialmente peligrosa para las niñas: 30 millones de niñas viven sin techo. La primera experiencia sexual de las niñas de la calle suele ser una violación entre los 10 y los 14 años. En lugar de ofrecer protección, la violencia se perpetúa en manos de la policía y los centros de acogida. La violencia de género en el transporte público es habitual en países africanos y del Sudeste Asiático.

PLAN trabaja desde hace 73 años para Parar la Pobreza Infantil. La organización internacional PLAN, fundada en 1937, trabaja en 65 países desarrollando más de 9.000 proyectos de desarrollo comunitario centrado en la infancia. Estos proyectos, en 5 áreas de trabajo –salud, educación, ingresos, hábitat y participación- benefician directamente a más de 1,5 millones de niños, a sus familias y a sus comunidades. Además, PLAN promueve la capacidad de toma de decisiones de las comunidades y de los propios niños, ayudándoles a que se conviertan en actores activos de la promoción de sus propios derechos.

Los informes de PLAN demuestran año tras año que la educación es la base para permitir a una niña desarrollar plenamente su potencial. “Una niña con estudios es más probable que sea una mujer con capacidad para decidir a qué edad y con quién se quiere casar, qué número de hijos quiere tener y qué profesión quiere elegir. La educación es un gran instrumento para luchar contra prácticas como el matrimonio temprano, la mutilación femenina, el trabajo infantil y el tráfico de menores. Porque una niña que estudia será una mujer con capacidad para decidir sobre su vida, es fundamental invertir en ella”, explica Concha López, directora general de PLAN en España.