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y material de prensa:
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La ONG PLAN recuerda la situación de especial vulnerabilidad
de los niños en el Día Internacional del Agua
La falta de agua unida a la pobreza
amenaza el desarrollo de la infancia
- La escasez de agua de calidad en los países en desarrollo y la pobreza son dos factores que se encuentran íntimamente relacionados y que afectan sobre todo a la población infantil, provocando enfermedades, desnutrición y bajo desarrollo físico e intelectual
- Como consecuencia de esta situación, cada año mueren 1,5 millones de niños, más de 4.000 al día, sólo por diarreas y otras enfermedades evitables relacionadas con la contaminación del agua; aún hoy, más de 1.000 millones de niños viven sin acceso a una red de saneamiento
- El trabajo de PLAN, que invierte en agua y saneamiento más de 43 millones de dólares anuales, busca crear las condiciones para superar esta situación, en coordinación directa con las poblaciones locales
La ONG internacional de protección de infancia PLAN quiere destacar hoy, Día Internacional del Agua, que la falta de recursos hídricos en los países en desarrollo y la pobreza son dos factores que están fuertemente interconectados y que hacen sentir sus efectos sobre todo en la población infantil, provocando enfermedades y bajo desarrollo físico e intelectual, a menudo con acompañamiento de desnutrición.
Así, los esfuerzos por aumentar el acceso al agua de calidad en estos países tienen un impacto significativo en la reducción de las enfermedades, pero también en la disminución de la pobreza. La disponibilidad de agua hace posible incrementar la producción agrícola y ganadera de las familias y aumentar sus fuentes de ingresos, lo que tiene una importante repercusión directa en el bienestar y salud de los niños.
Por el contrario, la ausencia de un suministro confiable tiene graves consecuencias higiénicas y de salud, pero también socioeconómicas, sobre la vida de los menores. A menudo, los niños, y especialmente las niñas, se ven forzados al absentismo escolar, obligados a caminar largas distancias con el fin de aprovisionar a sus familias de agua para beber y para cocinar.
Como explica la directora general de PLAN en España, “la ausencia de recursos hídricos para consumo humano y para los cultivos es además motivo de conflicto entre las diferentes comunidades, provocando estallidos de violencia que trastornan gravemente la vida de los menores; esto es lo que ha ocurrido por ejemplo en Darfur, donde gran parte del sufrimiento de la población se ha debido a la escasez de agua”.
Como consecuencia de esta doble situación de pobreza y falta de agua, más de 4.000 niños mueren al día -1,5 millones al año- sólo por diarreas y enfermedades evitables debidas a la falta de calidad del agua.
Y más de 1.000 millones de niños en todo el mundo viven sin acceso a una red de saneamiento que evite la contaminación y la aparición de enfermedades. Una situación que sigue estando en abierta contradicción con uno de los Objetivos del Milenio -el número 7-establecidos para el año 2015, y que fueron aprobados por 189 países.
PLAN lucha activamente contra la pobreza infantil y, por este motivo, es un actor muy significativo en el sector del agua y el saneamiento en los países en desarrollo, dedicando más de 43 millones de dólares anuales a implementar este tipo de programas. Esta cifra se ha multiplicado por 4,5 desde 2002.
Así, durante el último año, PLAN creó en 45 países 6.673 fuentes, pozos y puntos de abastecimiento de agua limpia, dentro de su objetivo de asegurar el acceso a agua segura, higiene y entorno limpio a los más de 1,5 millones de niños de las 25.000 comunidades en las que trabaja.
Además, PLAN dedica una parte significativa de este presupuesto en saneamiento: construcción de letrinas, redes de alcantarillado y desagües. Por ejemplo, los programas financiados directamente en materia de saneamiento han logrado la construcción de servicios higiénicos en 300.000 hogares en África, Asia y América Latina durante el periodo 2007-2009.
Finalmente, PLAN invierte también en capacitar a las comunidades para la mejora de la higiene y el correcto uso y mantenimiento de estos sistemas. Existe un reconocimiento creciente en el sector de la importancia de proporcionar formación y dar apoyo institucional para garantizar la sostenibilidad de los programas de agua. En concreto, PLAN invierte una parte sustancial de su programa de agua y saneamiento, un 15% del total, en formación a las comunidades, y un 18% en actividades de apoyo.