lunes, 7 de marzo de 2011
8 Marzo: Dia de la Mujer, PLAN ADVIERTE LA VULNERABILDAD DE LAS NIÑAS TR...
La organización internacional que protege los derechos de la infancia, en el DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER
PLAN alerta de la vulnerabilidad de las niñas trabajadoras “invisibles” en el sector doméstico
Descarga gratuita de fotografías y vídeo de niñas trabajadoras en www.planspaintv.com
Trabajan como asistentas domésticas durante jornadas interminables, aisladas de la sociedad y sin posibilidad de asistir a la escuela según refleja el informe internacional de PLAN: “Fronteras urbanas y digitales: las niñas en un escenario cambiante”.
En el Día Internacional de la Mujer, PLAN recuerda que millones de niñas son explotadas laboralmente. En situación de pobreza, las niñas, por el simple hecho de ser menores y mujeres, son las primeras obligadas a dejar la escuela. Son las llamadas “niñas invisibles”, menores que trabajan muchas veces en condiciones de semi-esclavitud y clandestinidad en un sector laboral donde rara vez existe protección ni regulación, y cuyo número exacto se desconoce, como pone de relieve el cuarto informe internacional `Por Ser Niñas´ que recoge la situación de las menores en el mundo.
De los 246 millones de niños y niñas entre 5 y 17 años que trabajan, la mayor parte de las niñas lo hacen el sector doméstico, según datos de Naciones Unidas.
El empleo de niñas como trabajadoras en el servicio doméstico es una práctica habitual en América Latina y África pero tiene una especial incidencia en el sudeste asiático en países como Filipinas, India, Tailandia, o Bangladesh. En India, por ejemplo, el 81% de las trabajadoras domésticas tienen entre cinco y doce años.
En Filipinas el sueldo de las empleadas es tan bajo que se puede hablar de semiesclavitud. Jendy, de 12 años, interna en un centro de rehabilitación acusada de haber extraído un móvil a su empleadora, explica su jornada a una trabajadora social de PLAN: “Trabajaba de 5 de la mañana a 10 de la noche, siete días a la semana por menos de 80 euros al mes”. Vangie, otra joven filipina se queja del maltrato: “Cuando mi empleadora bebía, me pegaba e insultaba”.
La mayor proporción de niñas empleadas en el servicio doméstico se da en las grandes urbes. En ocasiones se trata de las propias familias que las envían a las niñas para que puedan generar remesas, en otras, simplemente la familia no puede garantizar su manutención y las niñas acaban en casa de familiares o conocidos que las emplean a cambio de techo, comida y la promesa de escolarizarlas. Promesa que no siempre se cumple.
En otras ocasiones, las menores llegan a la ciudad huyendo de un matrimonio concertado o, en el caso de las niñas africanas, de ser sometidas a la mutilación genital femenina. Para algunas, se trata de la única salida que encuentran tras quedarse huérfanas y sin otra forma de sustento.
También existe el tráfico de niñas desde las comunidades rurales a familias de las ciudades. En muchas ocasiones la práctica está sustentada en tradiciones ancestrales, tras las que muchas sociedades se esconden para legitimizarlas: es el caso de la práctica del “reste-avec” en Haití o el kamalari que afecta a las niñas indígenas tharu en Nepal. En ambos casos se trata de una forma de servidumbre a través de la cual las niñas, que a veces no superan los cinco años, son enviadas a trabajar a hogares de familias pudientes diseminados por todo el país y en los que, a veces, ni siquiera hablan el mismo idioma que la menor.
Los padres de Asha, en Nepal, enviaron a su hija a trabajar a casa de unos parientes cuando apenas tenía ocho años y permaneció allí hasta los 18: “Me levantaba a las 4:30 de la mañana y no me acostaba hasta las once de la noche. Nunca tenía días libres. La primera noche pasé mucho miedo, no hablaba la misma lengua que la familia y no conocía a nadie. Lloré muchísimo.” Ahora, y con el apoyo de un programa de PLAN, que escolariza a las más pequeñas y enseña formación profesional a las adolescentes, Asha dirige su propio restaurante llamado Lawa Juni, “vida nueva” en Tharu.
“Las largas jornadas de trabajo, de hasta 18 horas al día, impiden a las niñas asistir al colegio o relacionarse con otras personas que no sean los dueños de la casa. Esto las sitúa en una posición de vulnerabilidad en la que dependen totalmente de sus empleadores que, en ocasiones, abusan física, emocional o sexualmente de ellas. Es imprescindible proteger y garantizar el acceso a la escuela de estas niñas”, explica Concha López, directora general de PLAN en España.
PLAN, presente en 66 países, trabaja a través de distintos programas con el objetivo de garantizar la escolarización de estas niñas y que sus derechos sean respetados. Para ello, la organización internacional de protección de la infancia, realiza también labores de sensibilización tanto con sus familias como con los empleadores para explicar y hacer ver la importancia de que las niñas sigan con su educación.
Themba, de 16 años y procedente de Zambia, vive en un centro coordinado por PLAN para niños de la calle donde reciben una educación al tiempo que aprenden un oficio. “La vida en el centro está muy bien porque nos apoyan como si fueran nuestros padres y nos enseñan a desenvolvernos en la vida y el trabajo”, asegura Themba que llegó al centro desde la casa en la que trabajaba como asistente doméstica a raíz de que su padre falleciera y su madre la abandonara a ella y a sus hermanos.
La campaña internacional Por Ser Niñas busca llamar la atención sobre la situación de las niñas en todo el mundo, y propone soluciones para ellas que, simplemente “por ser niñas”, sufren una doble discriminación por género y edad, convirtiéndose en ‘las más pobres entre los pobres’. En España la campaña cuenta con Iker Casillas como embajador de la organización e impulsor del movimiento internacional de PLAN: ‘Paremos la Pobreza Infantil.’
Para lograr erradicar la desigualdad de las niñas, la campaña ‘Por Ser Niñas’ se ha fijado como objetivo dar visibilidad a la situación de vulnerabilidad que sufren las niñas en los países en desarrollo. Así en 2007, PLAN Internacional creó el primero de 9 informes sobre la situación de las niñas en el mundo, informes anuales que se extenderán hasta 2015, fecha límite para la consecución de los Objetivos del Milenio de Naciones Unidas. El cuarto informe, en 2010 muestra la doble realidad de las niñas en las ciudades y las tecnologías de la información.
Sobre PLAN PLAN es una organización internacional de protección de los derechos de la infancia, sin afiliación política ni religiosa, que nació en Santander en 1937. Está presente en 65 países a través de 7400 proyectos y cuenta con más 1,5 millones de niños y niñas apadrinados.
PLAN es miembro consultivo del ECOSOC de Naciones Unidas y pertenece al GMC (Global Movement for Children), plataforma que engloba a las organizaciones internacionales dedicadas a la infancia más importantes del mundo.
Las cuentas de PLAN son auditadas por PricewaterhouseCoopers,