sábado, 26 de mayo de 2007

CARAMELOS Y CHICLES UN METODO EFICAZ PARA PALIAR LOS EFECTOS DE LA ANSIEDAD Y ESTRES TRANSITORIOS

CARAMELOS Y CHICLES, UN MÉTODO EFICAZ PARA PALIAR LOS EFECTOS DE LA ANSIEDAD Y ESTRÉS TRANSITORIOS

Según un estudio reciente realizado por el Departamento de Psicología Clínica del Instituto de Psicoterapia e Investigación Psicosomática de Madrid, la ingesta de caramelos y chicles tiene un efecto activador que sirve para mejorar el rendimiento ante estados de estrés y ansiedad puntuales

El entorno laboral es uno de los escenarios con mayores índices de ansiedad y estrés, que suelen traducirse en una disminución de la productividad y el rendimiento de los trabajadores

En España, cerca del 30% de la población activa sufre frecuentemente situaciones cotidianas de estrés o ansiedad en su entorno laboral


Madrid, 29 marzo 2007- Según un estudio reciente realizado por el Instituto de Psicoterapia e Investigación Psicosomática de Madrid, realizado a través de su departamento de Psicología Clínica, los caramelos y chicles presentan un efecto activador, de manera que pueden ayudar en los procesos atencionales y en la resolución de problemas cotidianos producidos habitualmente por estados de ansiedad y estrés transitorios, preparando al individuo para la acción y mejorando el rendimiento en las tareas cotidianas.

Entre las conclusiones de este estudio piloto, dirigido por el Dr. Manuel J. Rodríguez Abuín, se pone, además, de manifiesto el efecto calmante de los caramelos, dado que disminuyen la ansiedad-estado en aquellos sujetos que ante una situación ansiógena explicitan una necesidad de tener algo en la boca. El efecto de chupar se constituye como un calmante natural; algo análogo a lo que sucede con los niños pequeños con el chupete, objeto que les sirve como de transición en su proceso madurativo y de afrontamiento de situaciones de ansiedad.

El estudio también destaca los efectos beneficiosos de los chicles sobre la atención, debido al aumento de la conductancia, ya que implica un mayor nivel de activación o arousal.

En la sociedad actual, los estados de ansiedad y estrés transitorios son fenómenos que se dan en todas las personas, aunque no siempre producen los mismos síntomas ni tienen el mismo grado de intensidad. En la mayoría de los casos, los estados de ansiedad y estrés puntuales están motivados por alteraciones en situaciones cotidianas, que pueden ser tanto hechos negativos (muertes, separaciones, traslados, mobbing laboral...) como positivos (un aumento de sueldo, ganar en la lotería, una promoción en el trabajo...).

En este contexto, el entorno de trabajo es actualmente uno de los escenarios que presenta mayores índices de ansiedad y estrés. Según datos de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), el 75% de los empleados europeos sufre estrés debido al trabajo y un 30% de las bajas laborables son imputables a estados de estrés. Una situación que va en aumento, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en 2020, la depresión producida por el estrés será el principal motivo de baja en las empresas.

Y entre las profesiones que presentan mayor índice de estrés y ansiedad cabe señalar los cuerpos de seguridad del Estado, cuerpos antiterroristas y profesiones de gran riesgo como la minería. También se detecta gran absentismo laboral en la enseñanza, el sector sanitario, ONG´s y tareas pro-humanitarias y en empresas privadas, donde los ejecutivos sufren bastantes problemas de estrés y ansiedad.

En España, según cifras de Ministerio de Trabajo, casi un 30% de la población laboral activa sufre frecuentemente situaciones de estrés en su ámbito laboral. Una tensión que provoca, entre otras cosas, una disminución de la productividad de los empleados.

Fuertes demandas de trabajo, un ritmo de trabajo impuesto, la ambigüedad en el rol, malas relaciones personales, una dirección inadecuada o la falta de formación necesaria son algunos de los desencadenantes de estados de ansiedad y estrés laboral. Una situación que tiene unos efectos cognitivos (pérdida de concentración, pensamientos intrusivos, problemas en la memoria...), fisiológicos (ganas de orinar, sudoración excesiva, manos frías...) y conductales-motores (ej. moverse constantemente sin poder estar quieto, morderse las uñas, quedarse paralizado...). En todos los casos, los estados de ansiedad y estrés transitorios producen además una disminución en el rendimiento de las personas que los padecen.

Metodología del estudio

La muestra del estudio ha estado compuesta por un grupo de 120 voluntarios formado por personas de ambos sexos con edades comprendidas entre los 17 y los 66 años. Para la investigación, se procedió a la eliminación de aquellos sujetos que presentaban una psicopatología intensa o casos con errores o actitud de oposición en los procedimientos de evaluación.

Para la realización del estudio, se han realizado dos procedimientos complementarios. Por un lado, una batería de tests tipo cuestionario para la valoración pretratamiento (antes de la ingesta de caramelos y chicles), que incluían variables sociodemográficas, de estrés y ansiedad-estado y variables moduladoras del posible efecto de la ingestión de caramelos y chicles sobre la ansiedad y estrés. Y por otro lado, un registro psicofisiológico de dos variables relacionadas con el estrés y la ansiedad, la conductancia eléctrica de la piel y su temperatura periférica en las yemas de los dedos de las manos. Para ello, se tomaron varias medidas, primero para establecer la línea base, después en la fase experimental con la ingesta o no de caramelos y chiles – con una media de 7 minutos – y posteriormente tras la ingesta (3 minutos). Tras la finalización de las pruebas, se administraron nuevamente tests tipo para la evaluación de ansiedad y estrés del momento.

La conductancia eléctrica de la piel y la temperatura corporal son dos variables que guardan una estrecha relación con situaciones generadoras de estrés y ansiedad. En el caso de un aumento de la conductancia eléctrica de la piel, hay una activación del organismo y un incremento del nivel de vigilancia; mientras que puede producirse una disminución de la temperatura de la piel en las extremidades, debido a un efecto vasoconstrictor que hace que la sangre no llegue de forma rápida y fluida a manos y/o pies.

Tras el procedimiento experimental, para valorar el efecto de la ingesta de caramelos y chicles sobre la ansiedad y estrés transitorio, se procedió primero a realizar un análisis de varianza, tomando como variables dependientes las variaciones de la conductancia de la piel, de la temperatura, de la ansiedad estado y de la reactividad al estrés situacional. Posteriormente se realizaron estudios comparativos con los diferentes grupos de tratamiento con respecto al grupo control al ser la acción de chupar una actividad-mecanismo de transición en la maduración para alcanzar seguridad en los niños.



Para Más información:
Betsabé Fernández/Begoña Moreno: 91 702 10 10

Imágenes: MEDIATOOLSTV 649454930

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