Un estudio del Profesor Juan F. Dols, Profesor Titular de Transportes de la Universidad Poltécnica de Valencia:
Uno de cada tres coches que circulan en España presenta el doble de posibilidades de tener un accidente que un vehículo nuevo.
Una renovación acelerada del parque automovilístico español podría conducir a una reducción del número de fallecidos y de heridos graves por accidentes de tráfico de entre el 21% y el 29%.
Un coche de los años 70 emite aproximadamente la misma cantidad de CO2 que cien nuevos.
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Según un estudio elaborado por Juan F. Dols Ruiz, profesor titular de transportes de la Universidad Politécnica de Valencia, en la actualidad el 31,5% de los vehículos que circulan en España tiene más de 10 años de antigüedad. Está demostrado que con esta antigüedad la probabilidad de verse involucrado en un accidente es aproximadamente el doble que la correspondiente a los nuevos vehículos de menos de cinco años, por lo que esto implicaría que un tercio del parque automovilístico que circula por nuestras carreteras no está equipado con los sistemas de seguridad disponibles en el mercado, además de ser más contaminantes que los vehículos actuales.
Prueba de ello es que en los últimos 15 años el número de accidentes se ha triplicado, sin embargo el número de heridos graves ha disminuido en un 57% mientras que el de fallecidos se ha visto reducido en un 35%. Esto ha sido posible gracias a los sistemas de seguridad que se han ido incorporando en los nuevos modelos fabricados en este mismo periodo.
En este sentido, este estudio hace un repaso por los dispositivos de seguridad disponibles en el mercado actualmente, distinguiendo entre los que están encaminados a modificar conductas y los que tienen la función de proteger a los ocupantes. En el primer grupo se encontrarían dispositivos como el control de velocidad de crucero (reduce accidentes en un 20%), el avisa-cinturones (podrían evitarse 287 muertes al año), el control de presión de neumáticos (un 1% de los accidentes se debe a su mal estado), el alcohol-lock (un 37% de los conductores fallecidos en accidentes presentaba una tasa de alcoholemia superior a 0,3 g/l), la tercera luz de freno (reducción del14% de colisiones por alcance), el control electrónico de estabilidad (reducción del 5,4% de accidentes), el sistema antibloqueo de frenos (disminución de la accidentabilidad en un 3,5%) o la alerta de cambio involuntario de carril (un 5% de accidentes menos).
Entre los dispositivos encaminados a proteger a los ocupantes del vehículo se encuentran los reposacabezas, que reducen entre un 9% y un 18% las lesiones cervicales; los airbags, que disminuyen la probabilidad de lesión mortal en colisiones frontales en un 25%; y los pretensores de cinturones de seguridad.
Los fabricantes de automóviles han realizado un gran esfuerzo para dotar a sus productos de los más avanzados sistemas de seguridad pero el estudio señala que sería necesaria su implantación generalizada como equipamientos de serie.
En este sentido este estudio hace referencia a las estimaciones del EuroNCAP, un programa de pruebas de choque sobre vehículos de nueva incorporación al mercado de la Unión Europea, que señala que una renovación acelerada del parque automovilístico español por vehículos que tuvieran la calificación de 5 estrellas EuroNCAP (máxima puntuación concedida tras las pruebas de colisión) conduciría a una reducción del número de fallecidos y de heridos graves por accidentes de tráfico de entre el 21% y el 29%.
Vehículos respetuosos con el Medio Ambiente
Según Juan F. Dols Ruiz, otro de los factores importantes por el que es preciso potenciar la renovación del parque automovilístico es la disminución de emisiones de CO2 ya que el transporte por carretera es el causante del 25,2% de las mismas.
Precisamente, la industria lleva años trabajando en una mejora de la tecnología ya que a mayor consumo mayor contaminación. Por ello, los departamentos de investigación e innovación han trabajado en sistemas de inyección directa con los que lograr un menor consumo (que actualmente se estima en un 20%). De hecho está comprobado que un coche de los años 70 emite aproximadamente la misma cantidad de CO2 que cien nuevos. El resultado ha sido la reducción del nivel de emisiones de CO2 de los coches nuevos en un 12,5% desde 1995.
Con este mismo objetivo, la industria, a través de sus principales organizaciones, ha firmado un acuerdo con la UE para reducir las emisiones medias de CO2 por km en el 2008 hasta 140 gr./km mientras que en 1999 esta cifra se situaba en 180 gr/km en motores gasolina y de 165 gr/km en diesel.
El informe destaca que en 2004, el 28,9% de las nuevas matriculaciones de vehículos nuevos ya fueron de coches que emitían menos de 140 gr/km, potenciados en su mayor medida por los incentivos económicos y fiscales que ofrecía el Plan Prever (y anteriormente el Plan Renove) que promovía la renovación del parque automovilístico.
Sin embargo el estudio también recuerda, que son los combustibles, y no los coches, los causantes de la contaminación por lo que es necesario investigar soluciones alternativas para obtener beneficios medioambientales combustibles alternativos, vehículos eléctricos, híbridos y de hidrógeno.
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