“5 al día” durante el embarazo
El embarazo es una etapa de cambios, el metabolismo sufre alteraciones y hay que tener el doble de cuidados. Por ello la alimentación es fundamental durante esta etapa, las frutas y hortalizas son fundamentales en esta feliz espera.
Cuidar la alimentación es básico en todas las etapas de nuestra vida, pero hay momentos en los que tenemos que tener especial cuidado, como es durante el embarazo. Salvo que el médico lo indique debemos comer todo tipo de alimentos para no tener ninguna carencia.
Durante esta etapa se suceden numerosos cambios, se produce un aumento de la frecuencia del volumen sanguíneo y la frecuencia cardiaca.. Para afrontar todos estos cambios es importante que el cuerpo de la mujer esté lo más sano y preparado posible. Es importante hacer algún tipo de ejercicio cardiovascular suave, al menos 3 veces por semana, por ejemplo dar un paseo de unos 30-40 minutos.
La alimentación debe ser equilibrada aunque evitando el exceso de grasas y dulces. Hay diversos alimentos que tienen un especial protagonismo en esta etapa:
El ácido fólico es indispensable para las embarazadas ya que está directamente relacionado con la salud y el buen desarrollo del feto. Este nutriente también conocido como vitamina B9 se encuentran de forma natural en las verduras de hoja, acelgas, grelos, espinacas y también en guisantes, naranjas, melón y plátanos.
Es importante priorizar el consumo de proteínas en todas las comidas, presentes en la leche, legumbres, carnes magras y pescados blancos. Los pescados azules de pequeño tamaño, ricos en omega-3, como salmón, boquerones, júreles y sardinas, pueden tomarse 1-2 veces por semana, y evitar los azules de gran tamaño como el pez espada, atún fresco, emperador y marrajo.
Las frutas y hortalizas son fundamentales en esta etapa y deben formar parte de la alimentación diaria, aportan sustancias reguladoras muy importantes para el bebé y difíciles de hallar en otros alimentos, de ahí la importancia de tomar al menos 5 raciones. Crudas, las frutas y verduras son una fuente importante de vitamina C, carotenos y otras sustancias activas. Además son ricas en fibra ayudando con el tránsito intestinal.
Tenemos que olvidar el mito que una embarazada “debe comer por dos”, pues aunque el existe un requerimiento mayor de energía, esta se limita a la ultima etapa del embarazo. Combinando una alimentación sana, que incluya al menos 5 raciones entre frutas y hortalizas con ejercicio físico moderado y siguiendo las indicaciones del médico, nos garantizaremos un embarazo saludable.