Los champiñones MG, la base de los nuevos fármacos
Pennsylvania promueve champiñones transgénicos mejorados genéticamente como fuente de medicinas hasta hoy desconocidas
(Madrid, 10 de julio de 2007).- Estudios de investigación básica desarrollados en Estados Unidos, en la Universidad de Pennsylvania, abren una nueva puerta en el mundo de la farmacología gracias a los champiñones. Los últimos estudios revelan avances derivados de sustancias producidas por champiñones de cepas transgénicas y hablan de la capacidad de producción de este producto, muy superior a la especie cultivada de forma tradicional.
El Agáricus bisporus –el popular champiñón- ofrece muy buenas perspectivas con la inserción genética dirigida que se produce en los laboratorios que trabajan con transgénicos. El proceso favorece que este hongo distribuido por todo el mundo incremente su riqueza en la producción de determinados géneros como precursores de vacunas o anticuerpos monoclonales, con ilimitadas direcciones y líneas de investigación por su aplicación práctica en diferentes terapias, según recoge la web agraria Agrodigital.
El champiñón es un hongo comestible que presenta un importante atractivo gastronómico lo que le permite incrementar sus cifras anuales de cultivo y consumo sin el menor esfuerzo. Ahora, estudios como el citado de la Universidad estatal de Pennsylvania y dirigido por el profesor Charles P. Romaine, sugieren que el desarrollo genético de cepas más productivas puede beneficiar de forma muy relevante en otros campos, como el sanitario.
Mediante la manipulación de la carga cromosómica del champiñón con Agrobacterium se ha obtenido una variedad del hongo muy resistente perfectamente identificada mediante marcadores químicos.
Los científicos inmersos en la investigación confirman que estas modificaciones podrían asegurar una mayor producción de proteínas terapéuticas como hormonas tipo insulina, enzimas, anticuerpos monoclonales y vacunas e incluso facilitar la generación de biocombustibles a partir de deshechos en los que se promueva la germinación y el cultivo de estos champiñones de rápido y seguro crecimiento.
Las aplicaciones de esta nueva técnica, con champiñones transformados, permiten generar grandes expectativas en coordinación con el proyecto genoma cuyo objetivo prioritario es la resolución de más de quinientas enfermedades para las que todavía se busca el tratamiento más adecuado.
La fabricación rutinaria a escala industrial de proteínas de alto interés terapéutico es el paso siguiente de este importante avance científico originado en la mejora del rendimiento y capacidad productiva del más popular de los hongos, el pequeño y exquisito champiñón.
Es una información de la Fundación Antama
www.antama.es