miércoles, 19 de agosto de 2009

Los Teatros del Canal abren la temporada con el flamenco de Rafael Amargo: La Díficil Sencillez

El espectáculo La difícil sencillez estará en cartel del 20 de agosto al
20 de septiembre

Los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid
abren la temporada con el flamenco de Amargo
El espectáculo está inspirado en la conferencia Juego y
teoría del duende, de Federico García Lorca
Rafael Amargo ha contado con Pilar Távora en la dirección
escénica y Francis Montesinos para diseñar el vestuario
La dirección musical es de José Luis Montón y Juan
Parrilla, con Manuel Molina como artista invitado

Los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid inician su
nueva temporada con La difícil sencillez, el nuevo espectáculo del
coreógrafo y bailarín Rafael Amargo, que estará en cartel del 20 de agosto
al 20 de septiembre, y que hoy presentó la viceconsejera de Cultura,
Concha Guerra, junto al director artístico de los Teatros del Canal, Albert
Boadella, y los artistas responsables del montaje.

La obra cuenta con la dirección de escena y dramaturgia de Pilar
Távora, la dirección musical de José Luis Montón y Juan Parrilla y el
vestuario de Francis Montesinos. Además, en esta ocasión, Rafael
Amargo ha querido contar con el gran poeta y cantante Manuel Molina
para crear la esencia de este espectáculo, en una de las pocas ocasiones
en las que el cantante y guitarrista conjuga su arte con el de la danza.

Inspirado en la conferencia Juego y teoría del duende, pronunciada
por Federico García Lorca en Buenos Aires y en La Habana en 1933,
Rafael Amargo ha querido transmitir la idea de herida, miedo y vértigo
ante la muerte, según el concepto lorquiano del duende. La difícil sencillez
habla de la muerte en la religión y de la muerte del torero en las fiestas
tradicionales. Las artes plásticas, el arte torero y la fiesta popular española
estarán presentes en este espectáculo donde el duende será el auténtico
protagonista y la religión flamenca su sello.

Regreso a los orígenes

La difícil sencillez supone un regreso a los orígenes del bailarín para
reencontrarse con el flamenco más austero. En el espectáculo, Amargo se
ha rodeado de nueve bailarines, 12 músicos en directo y del cantante y
guitarrista Manuel Molina, como artista invitado y autor de las letras de las
canciones que desfilan por este montaje, que también cuenta con la
colaboración especial de la artista María la Coneja, veterana cantaora y
virtuosa de las castañuelas. Como hilo conductor del espectáculo habrá
una serie de audiovisuales y textos en off contextualizarán la obra.

Para encarar este proyecto, además de los artistas que le rodean en
el escenario, Amargo ha contado con la directora de cine Pilar Távora,
como directora de escena y dramaturgia. Távora, quien también se ha
encargado de los audiovisuales y de los textos en off y que participa en el
espectáculo interpretando un poema lorquiano en el escenario, posee un
conocimiento profundo del mundo flamenco, que viene de su larga carrera
junto a su padre, Salvador Távora, en la Cuadra de Sevilla. Junto a él ha
desarrollado proyectos relacionados con el flamenco como Cavilaciones,
sobre la historia y el origen del flamenco.

Para el vestuario, Rafael Amargo ha confiado en Francis
Montesinos, diseñador que siempre ha considerado el baile como su mejor
pasarela y cuyos diseños de inspiración mediterránea encajan con el
universo de Amargo y Lorca. El coreógrafo siempre ha dado una especial
importancia al vestuario en sus espectáculos, contando en anteriores
montajes con la colaboración de Juan Duyos, Amaya Arzuaga, Lorenzo
Caprile, Custo Barcelona, Andrés Sardá o la ganadora de un Oscar y
cuatro Goyas Ivonne Blake.

Rafael Amargo regresa a los escenarios madrileños tras una exitosa
gira internacional con Tiempo Muerto. El bailarín ha sido premiado
recientemente por la Unesco por la difusión internacional del flamenco,
galardón que se le entregará en París el próximo mes de marzo.

Del flamenco al break-dance

Desde que en 1997 creara La garra y el ángel, su carrera ha ido
evolucionando desde el flamenco más puro hasta los grandes
espectáculos, como sus premiados Poeta en Nueva York, Enramblao o
DQ Pasajero en tránsito, en los que se ha rodeado de otras disciplinas,
como el break-dance, el contemporáneo, el teatro aéreo o el cine.
Además, ha colaborado con compañías y artistas como La Fura dels
Baus, el director de cine Juan Estelrich, actores como Marisa Paredes y
Cayetana Guillén Cuervo, o músicos como Edith Salazar y José Soto
'Sorderita'.

Amargo es un bailarín y coreógrafo ecléctico. Sus coreografías
rebosan una concepción tradicional y a la vez actual, estando a veces muy
cercanas al baile contemporáneo, pero sin perder nunca el punto de
referencia de la esencia del flamenco.

Tiene un incesante contacto con el mundo artístico y cultural, que le
ha permitido ser apadrinado en los inicios de su carrera por artistas
plásticos como Luis Gordillo o Esperanza D’Ors; ser fotografiado por
Bruce Weber y Christopher Makos, y coreografiar, para el Museo Chillida
de Hernani, una pieza inspirada en la obra del escultor.

Entre los numerosos premios que ha recibido Rafael Amargo cabe
destacar los cuatro premios Max de las Artes Escénicas, por Amargo
(Mejor Espectáculo y Mejor Intérprete Masculino de Danza), por Poeta en
Nueva York (Mejor Intérprete Masculino de Danza) y por El amor brujo
(Mejor Intérprete Masculino de Danza); así como el Premio Positano
Leonide Massine de la Danza como bailarín y coreógrafo (la más
importante distinción de danza de Italia, que han recibido figuras como
Rudolf Nureyev, Carla Fracci, Maurice Bejart, Alexandra Ferri, Moses
Pendleton, o Lindsay Kemp, entre otros) y el Premio APDE (Asociación de
Profesores de Danza Española y Flamenco de España), junto a Antonio
Gades y Matilde Coral.