Del 4 de marzo al 4 de abril, en la Sala Roja
La Comunidad lleva a los Teatros del Canal “2036
Omena-G”, el nuevo espectáculo de la compañía Joglars
Se trata de una obra divertida, cruel, tierna y sarcástica
sobre la sociedad española en 2036
Es un ‘anti homenaje’ para celebrar los 50 años de la
compañía privada más longeva de Europa
La Comunidad lleva a los Teatros del Canal “2036 Omena-G”,
el nuevo espectáculo de la compañía Joglars que estará en la Sala Roja
del 4 de marzo al 4 de abril. Este espectáculo recoge una particular visión
de la sociedad futura y es, además, el primero de los actos de celebración
del 50 aniversario de la compañía privada y estable más longeva de
Europa. La viceconsejera de Cultura, Concha Guerra; el director general
de Promoción Cultural, Amado Giménez, y Albert Boadella realizaron la
presentación de este evento.
Lejos de echar la vista atrás, para este 50 aniversario, Boadella,
director artístico de la compañía, ha construido lo que se podría llamar un
‘anti homenaje’. Así 2036 Omena-G da un salto de 25 años hacia el futuro
situándose en 2036, en el 75 aniversario, realiza un acto de homenaje a la
compañía.
El sarcasmo con el que Joglars ha retratado la evolución de la
sociedad en el último medio siglo de historia de España, lo aplican
también ahora sobre ellos mismos, sin contemplaciones. El resultado es
una obra cruel, divertida, tierna, sarcástica y sin restricciones interpretada
por el habitual equipo artístico de Joglars: Jesús Agelet (31 años en
Joglars), Ramón Fontseré (27), Pilar Sáenz (23), Jordi Costa (31), Minnie
Marx (17), Xavier Sais (7), Dolors Tuneu (13) y Lluis Olivé (5), con
dramaturgia, espacio escénico y dirección de Albert Boadella.
La acción se sitúa en el año 2036 cuando una importante entidad
bancaria del momento, junto a relevantes empresas, patrocinan el
homenaje a los supervivientes de la que fue en el pasado una insigne
compañía de cómicos que viven en el desvencijado “Hogar del
pensionista”. El homenaje estará conducido por unos jóvenes artistas del
año 2036, cuya relación con los viejos cómicos pone de relieve mundos
muy divergentes.
Joglars se lanza así a la compleja pirueta de narrar lo divertida que
resulta la propia tragedia si conseguimos aceptarla con humor. Para ello,
no hay que rechazar la crueldad en igual proporción a la ternura. El
payaso que imita al niño es el humor blanco y el que imita al viejo es el
humor negro.
Según la compañía, la obra tiene cierta crueldad porque los actores
se presentan con sus propios nombres y construyen los personajes que
ellos mismos podrían ser con 25 años más; pero también hay aspectos
tiernos y otros transgresores. Se trata de enfrentarse a la vejez de forma
digna e inconformista.
50 años de Joglars
Desde 1961 el teatro de Joglars ha compaginado dos tendencias que rara
vez aparecen juntas: la investigación fuera de cualquier convencionalismo
y la popularidad. Conseguir, pues, un alto índice de audiencia con obras
innovadoras desde el punto de vista del estilo y los contenidos, ha sido la
pirueta más singular de la compañía en este cerca de medio siglo de vida.
Joglars sigue manteniendo un teatro directamente relacionado con
la realidad circundante. Por este motivo sufrieron un día prisión y un
consejo de guerra, así como en otras ocasiones ha significado polémicos
enfrentamientos con distintas facetas del poder. Su inclinación por llevar a
la escena la libertad de pensamiento ha hecho que en los últimos tiempos
sus trabajos no tiendan a satirizar simplemente lo que ocurre fuera del
teatro sino que se dirigen directamente a los mitos, creencias y tabúes de
los propios espectadores que asisten a la obra.
La historia de Joglars es la historia de la búsqueda y la investigación
constante y de la construcción de un lenguaje teatral, partiendo de la
escuela del mimo clásico hasta la incorporación de todos los elementos
dramáticos posibles. Su fórmula de trabajo está basada en la artesanía
colectiva, de gran implicación personal y profesional -un claro sinónimo de
sacrificio y austeridad, dedicación exclusiva y muchas horas de trabajoque
proporciona un método de trabajo vivo y en permanente evolución.
La visión universal sobre los mecanismos de perpetuación del poder
en diferentes ámbitos y facetas es el gran tema de Joglars y, después de
más de cuarenta y cinco años de existencia, se concreta en miles de
representaciones de treinta y cuatro obras teatrales, en más de veinte
países de Europa y América, aparte de las producciones para televisión,
cine y varios libros y estudios sobre la actividad de la compañía.