viernes, 7 de diciembre de 2007

33 America´s Cup: Carta abierta de Ernesto Bertarelli, Presidente de Alinghi, Defensor de la 33ª America's Cup









Ernesto Bertarelli
(Fotografía: Ivo Rovira / Alinghi)

Carta abierta de Ernesto Bertarelli, Presidente de Alinghi, Defensor de la 33ª America's Cup

Tras las conversaciones mantenidas esta semana con representantes del New York Yacht Club y Larry Ellison, relativas al futuro de la America's Cup, Ernesto Bertarelli, Presidente de Alinghi, actual Defensor del trofeo, expresa su visión e ideas acerca del trofeo deportivo más antiguo del mundo.

Ernesto Bertarelli: Mi visión de la America’s Cup


Desde que Alinghi defendiera con éxito la America’s Cup el pasado mes de julio, se han escuchado muchas voces. Me gustaría explicar mi motivación personal detrás de dar vida a mi visión de la America’s Cup.

Cuando fundé Alinghi la prioridad era crear un equipo que compartiera la pasión por el deporte de la vela a través de todos los canales disponibles para que llegara a la mayor de las audiencias. Intentamos entonces adoptar una manera novedosa y abierta de trabajar. Abrir nuestra base al público fue sólo una de las innovaciones que Alinghi aportó a la America’s Cup. Pienso que este enfoque fue un factor que contribuyó a nuestro éxito en 2003.

Con la defensa de la Copa se nos brindó la oportunidad de compartir nuestra visión con el evento en su totalidad. Cuando comenzamos, establecimos una estrategia clara e innovadora centrada en la elección de la ciudad sede, un puerto diseñado para la competición, el America’s Cup Park y los Actos, como parte de nuestra visión de apertura del evento a una audiencia lo mayor posible.

Más de 6 millones de personas asistieron al evento, en el que por primera vez participaron sindicatos de los cinco continentes. La cobertura televisiva superó los 4.000 millones de telespectadores.

Las voces críticas que se opusieron entonces a los Actos, la elección de la ciudad sede, la producción de televisión, etc. fueron numerosas pero los hechos probaron que la 32ª America’s Cup supuso un giro positivo en este histórico evento.

Al tiempo que descubrí algunos de los aspectos fascinantes de la America’s Cup también fui consciente de sus debilidades. El formato incierto del evento significaba que los equipos, y la comunidad de la America’s Cup al completo, no contaban con un futuro más allá de la siguiente Copa. Esto tiene como resultado que algunos equipos sobrevivan un solo ciclo y que el evento deba recrearse cada tres o cinco años. La consecuencia es que los costes se incrementan sustancialmente y se complica el asegurar patrocinadores a largo plazo.

Para la 33ª edición, el concepto fue permitir a los organizadores implementar innovaciones adicionales sin trastornos innecesarios. La propuesta de crear la nueva clase de barcos AC90 con la norma de permitir que un solo barco navegue, en un ciclo de dos años, es una medida encaminada a la gestión de costes a la vez que se incrementa el interés. Con las instalaciones ya existentes en Valencia, contábamos con la plataforma ideal para mantener el impulso logrado. Todo esto habría permitido al evento prosperar y generar un mayor beneficio para los organizadores compartido por todos los equipos.

Los sucesos acontecidos recientemente en los tribunales de Nueva York, con el juez resolviendo contra la validez del Club Náutico Español de Vela, CNEV, por no haber organizado su regata anual en el momento adecuado, muestran el talón de Aquiles del evento y la posibilidad de desestabilización por medio de acciones individuales. Tal y como ocurrió en 2003, nuestra visión ha sido criticada por aquellos reacios al cambio. Respaldo uno de los principios de la Copa: el fideicomisario, junto con el Defensor, tiene la responsabilidad de dirigir el evento y de permitir los cambios para que prospere.

Pensando en el futuro y habiendo estudiado las normas de la Copa he observado que el Deed of Gift no promueve de forma activa la paridad de los equipos y el futuro a largo a plazo del evento.

En octubre de este año viajé a Nueva York para iniciar el diálogo con el New York Yacht Club con el fin de examinar el grado de entusiasmo que había por convertir el evento en algo más pertinente al actual marco deportivo. El Deed of Gift fue escrito hace más de 150 años y por lo tanto no podía anticiparse a los cambios por los que el mundo ha atravesado. No esperé que las discusiones fueran a concluir rápidamente, pero me llenó de satisfacción saber que Charles Townsend, Comodoro del NYYC, y George W. Carmany III, Presidente del Comité de la America’s Cup del NYYC, expresaron las mismas opiniones.

Es justo afirmar que la 33ª America’s Cup es aciaga y yo tengo el deseo de corregir esta situación. La manera más rápida de conseguir este objetivo sería que el Golden Gate Yacht Club (GGYC) y la Société Nautique de Genève (SNG) trabajaran con el New York Yacht Club en la revisión del Deed of Gift para adaptarlo a los tiempos actuales sin perder aquello que hace que la America’s Cup sea tan especial. Como parte de este proceso estoy dispuesto a llegar a un acuerdo sobre algunos de los derechos del Defensor para lograr lo que es mejor para el evento.

De hecho, me planteo las siguientes preguntas:

¿Debería el Defensor clasificarse automáticamente para el AC Match o deberían todos los equipos comenzar desde una igualdad de condiciones?
¿Debería el calendario de ciudades sede y el contenido de las regulaciones ser anunciado con varios ciclos de anticipación para permitir la planificación y la financiación?
¿Debería el gobierno de la Copa ser permanente y ser gestionado por entidades que representen el pasado, así como los actuales fideicomisarios a la vez que los equipos participantes?


El pasado fin de semana hablé con Larry Ellison extensamente y le expliqué nuestra propuesta. Me complace saber que mostró su apoyo sobre el principio de los cambios propuestos.

Con estos principios como base, mi intención es trabajar hacia una renovada America’s Cup en Valencia y que pueda disputarse con la certeza de que el evento no se vea perturbado por demandas individuales en detrimento de aquellos que quieren y pueden competir.

Si esta revisión de los documentos que rigen la America’s Cup no se logra, tendremos que aceptar el desafío del GGYC bajo el Deed of Gift.

Ernesto Bertarelli
Presidente de Alinghi
Defensor de la 33ª America's Cup

Es una información de la oficina de prensa del Alinghi
www.alinghi.com



Alinghi ondea la bandera de la Société Nautique de Genève, Suiza. Sus socios para la campaña 2007 son UBS y BT Infonet (socios principales), Audemars Piguet, SGS, Nespresso, MSC Cruises, WISeKey y North Sails (co-patrocinadores).
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